CUANDO HACES TODO PARA GANAR Y PIERDES, SOLO TE QUEDA APLAUDIR A MESSI

Por: Daniel Durán

Ayer vimos algo inusual, vimos a un Real Madrid que acribilló a disparos y ocasiones a un Barcelona sorprendido en un campo donde no están acostumbrados a que una plantilla tan lanzada y decidida vaya a hacerle tanto peligro en su portería. Y sí señores, los madridistas podemos hablar de fútbol, porque ayer el equipo jugó, intentó, dominó, controló, y mucho más. Y lo digo porque en muchos medios de comunicación solo se habla de lo que hizo Mourinho, de la entrada de Marcelo, etc.. etc... ¿No eran ellos los que querían hablar de fútbol? ¿No eran ellos los que huían de las polémicas? ¿Por qué no interesa hablar ahora de fútbol?

Y como ellos quieren que hablemos de fútbol, pues adelante, hagámoslo.

El Real Madrid dominó el partido, acogotó al Barcelona en los primeros minutos, robándole infindad de balones en campo contrario, acribillando a disparos a un Valdés que parece ser el nuevo santo de la portería, bendecido por los palos y por esos gigantes guantes que parecen ocupar toda la portería.

Y los datos no mienten, el Real Madrid tiró 15 veces a puerta (incluyendo un remate al palo), por los 8 del Barcelona, el equipo blanco recuperó 61 balones por los 50 del equipo culé, y aquí viene lo más gracioso, ese equipo tan violento, agresivo, barriobajero hizo 19 faltas... Una menos que el club de la deportividad.

Un Real Madrid superior en los datos y en lo que vimos en el partido, un equipo bien organizado, conociendo su función y su rol en el partido, Xabi y Khedira sujetando la colocación del equipo, Ronaldo y di María abriendo más si cabe el campo para generar más espacios y un Benzema con mucha movilidad para no fijar a la defensa.

Quizá por uno de estos últimos motivos el Real Madrid sufrió algo más, cuando abres mucho el campo, cuando quieres que tus extremos te proporcionen amplitud, sueles sufrir un hándicap, y es el espacio vacío, la gran distancia que hay entre jugadores de tu mismo equipo. El Real Madrid robaba balones, pero pudimos ver que cuando tenían que mirar a su lado, cuando tenían que pasar la pelota, no veían a nadie lo suficientemente cerca como para dar un pase sin riesgo, que te otorgara un poco más de posesión y de tranquilidad a tu zaga. Ahí fue cuando empezó a sufrir el Real Madrid.

Tampoco me olvido del flojo partido de Coentrao, era su primer clásico, no hay que tenérselo en cuenta, por momentos se le vió algo superado por la situación, por el momento y por el rival, y es que como ya sabíamos muchos Coentrao es más lateral para otro tipo de rivales, quizá con el tiempo defienda tanto y tan bien como ahora lo hace Marcelo, un tipo que cada día defiende mejor (con lo que yo le he criticado...).

Özil tampoco es que tuviera su mejor partido con la camiseta del Real Madrid, y es que el Barcelona sabía de buena mano que todo (o gran parte) del fútbol de toque, y de peligro pasa por las botas de este mago del balón, de este director de orquesta que sin hablar el idioma (aunque cada vez lo habla mejor, que se lo pregunten a Villa) maneja el juego a su antojo. No pasa nada Mesut, tú te has ganado que tengamos todo el tiempo del mundo para esperarte, para que nos dejes con la boca abierta con un taconazo, un regate, un pase o un gol.

Pero ayer fue de esos partidos en los que haces todo para ganar, pero acabas perdiendo, acabas marchándote a tu casa con cara de bobo, de no entender porque el fútbol muchas veces no te da lo que mereces, quizá no te lo da porque se reserva darte algo mucho mejor en un futuro.

Aunque para ser sinceros, ayer tenía una sensación contrariada, estaba molesto lógicamente por la derrota, pero enormemente feliz por la imagen y el juego que hizo el Real Madrid, pocas veces el equipo blanco había sido tan superior al equipo azulgrana (recordemos que la primera vez que fuimos el año pasado al Campo Nou nos vinimos a Madrid con 5 goles), cuando tu equipo hace todo lo posible por ganar... ¿Qué hay que reprocharle?.

Sobre toda la tángana acontecida posteriormente, poco que decir, o mejor dicho, poco que poder decir. Pienso realmente que si tras la entrada de Marcelo a Cesc, que el colegiado ya se encargó de mostrarle la cartulina oportuna, no hubiera saltado todo el banquillo azulgrana como una secta de locos enfermizos por presionar a un colegiado que ya había hecho lo pertinente, no estaríamos hablando ahora de nada de esto. Después se pudieron ver muchos empujones, risas (Alexis se reía tras el puñetazo a Özil), agresiones, insultos, etc... Pero tanto de un lado como de otro, no miremos solo hacia el lado que nos conviene.

"Lógicamente" la prensa debe de intentar echar del Real Madrid a ese tipo que les ha cerrado las puertas, que les ha prohibido seguir manejando al equipo y a su afición a su antojo, el que da ruedas de prensa cuando quiere y no cuando le obligan, al que les da la información que quiere y cuando quiere, y no cuando ellos la necesitan. En definitiva echar a ese entrenador que ha quitado al Real Madrid de las manos de los corruptos periodistas para devolvérselo a su afición.

Seguir echando mierda sobre Mourinho, que contra más le critiquéis, jamás estará solo, tiene a su lado a la afición más grande del mundo y con eso le basta.

Esto ha empezado con una derrota, pero esto no es como empieza sino como acaba, tenemos que tener la suficiente memoria para recordar a todos aquellos que ahora reniegan de nuestro equipo, para saber echarle de nuestro barco en el momento que se esté ahogando por la marea...