EL SEVILLA ENDOSA UN 3-0 AL TENERIFE

Por: Israel García

Sábado Santo, sí, pero sobre todo sábado de redención, sábado de reencuentro del Sevilla con un fútbol ofensivo y eficaz en la primera parte, sábado de alegría para una afición que ha soportado un mes de marzo aniquilador de ilusiones... Sábado, en definitiva, de reacción, que ha llegado tarde, sin duda, pero ha llegado, que es lo importante, con un equipo que ofreció en el primer acto una voluntad de ataque incuestionable y por momentos cuajó minutos de buen juego, despachando con contundencia al Tenerife, con goles de Kanouté, Luis Fabiano y José Carlos, que disiparon los fantasmas que en esta Liga han alimentado jornada tras jornada los equipos de abajo que han pasado por el Ramón Sánchez Pizjuán.

Antonio Álvarez pidió tiempo para el cambio y lo cierto es que se van viendo cosas. El Sevilla, tras esa imagen difusa de Villarreal, dio sensación de saber a lo que juega en los 45 minutos iniciales. Mostró tensión y dejó ver algunos conceptos, como querer sacar siempre la pelota jugada, recurriendo al pelotazo sólo como último recurso. Los extremos, con un Adriano muy sacrificado, volvieron a tener presencia y en el doble pivote se encontró el equilibrio que no existió en El Madrigal, con la dupla formada por Lolo y Renato, siempre muy ayudados por un Kanoué que incuestionablemente va a más, mucho más preciso en su juego que hace unas semanas.

Como suele ser habitual cuando un equipo de abajo visita Nervión, el Sevilla fue el dueño del cuero en el comienzo. Pero a diferencia de las últimas jornadas en casa, esta vez sí supo administrarlo con criterio y paciencia, ejerciendo Luis Fabiano y Kanouté de pareja matadora, como en sus grandes noches. El brasileño y el malí se regalaron balones excepcionales mutuamente y en una de esas llegó el primero, en el 22, con un servicio del paulista que mandó adentro el doce. Ya había advertido antes el equipo y antes del descanso Luis Fabiano puso más tierra de por medio, bajando un centro desde la siniestra magistralmente con el pecho, para luego revolverse y cruzar el cuero a donde no podía llegar Aragoneses.

El 2-0 al intermedio hacía justicia con un equipo que había tenido el 64% de la posesión y consiguió desbordar en bastantes ocasiones la retaguardia canaria. Ello dio paso a un segundo tiempo más relajado, donde el equipo dio un paso atrás, buscando contras y aguantando a un Tenerife que en el primer cuarto de hora dio varios sustos a Palop, excepcionalmente resueltos por el valenciano.

El Sevilla se dejó ir, quizás demasiado, y en ocasiones abusó de vicios del mes de marzo que apenas existieron en el primer acto. Sin embargo, en líneas generales el equipo mostró un gran oficio y supo manejar los tiempos, para poner el broche de oro José Carlos, que ejecutó magistralmente una falta con la zurda e hizo el tercer y definitivo tanto del encuentro.

Los tres puntos eran imprescindibles porque el equipo no podía seguir perdiendo fuelle de forma tan alarmante. El primer tiempo es sin duda el camino a seguir, así como no se puede obviar que hay una serie de jugadores que van a más. Adriano asume cada vez más peso en el equipo y Kanouté y Luis Fabiano, los hombres que han hecho grande con sus goles a este equipo en el último lustro, parecen haber recobrado la brillantez... Este debe ser el comienzo de un camino diferente al andado en el mes anterior, el punto de inflexión que parecía no llegar nunca.