LAS DOS CARAS DEL VILLANO

Por: Ángel Mora.

Tras la actuación del "señor colegiado" en el partido disputado ayer entre el Zaragoza y el Barcelona, no me ha quedado más opción que escribir este artículo en el cual creo que quedará clara mi opinión.

Últimamente el juego del Barsa parece que no pasa por sus mejores momentos y como hay que ganar los partidos sea como sea se están utilizando un nuevo estilo de juego llamado "juego sucio". Esto aunque todos lo sepamos consiste en hacer todo lo posible por engañar al árbitro como y al rival.

Con esto no hago referencia al villarato, que todos sabemos que existe, sino a dos jugadas que se han sucedido en dos partidos consecutivos, por lo que no puede tratarse de coincidencia. Estas dos jugadas son: La de Pinto al imitar el sonido de un silvato para despistar a un rival en una ocasión que produciría mucho peligro y la de Dani Alves ayer cuando fingió una agresión para dejar al equipo rival con un jugador menos.

Me voy ha centrar más en la de Alves ya que por lo menos Pinto ha tenido la vergüenza de no salir riendose del contrario. Por lo contrario el señor, perdón, el sin vergüenza de Dani Alves sabiendo que la agresión no habia existido sale a zona mixta y hace unas declaraciones en las que dice: A MÍ AÚN ME DUELE LA CABEZA DEL GOLPE/TENGO FAMA DE TEATRERO/ A PARTIR DE MAÑANA DEJO EL FÚTBOL Y ME DEDICO AL TEATRO. Todo esto entre risas(es que muy gracioso el hombre).

Pues si por mi fuera ojala dejase el fútbol ya porque gente como el sobra dentro de los terrenos de juegos. Al fúlbol le puedes poner picardía, pero nunca este tipo de artimañas y mucho menos reirse del rival.

¿Dónde miraba el linier para ver agresión?¿Porqué no vio el empujón que le propino Alves justo antes?. Todas estas preguntas como siempre quedan sin respuesta al tratarse del Barcelona.

A parte de todas estas preguntas dejo otra más. ¿No se sancionan los piscinazos? ¿y perder tiempo? Pues entonces quiero saber donde está la sanción de este personaje que no sólo engaña al árbitro sino que también falta al respeto al contrario.